Conversaciones y pasos me despertaron temprano esta mañana. Debo admitir que no dormí muy bien, por la noche hacia frío y amanecí con un dolor en la espalda muy fuerte. Estaba cansado, sin ganas de seguir. Desayuné rápido, había mucha gente. El dolor de espalda seguía, la chica seguía ahí.
Me invitaron a subir al paraíso, acepté. El camino fue duro, pero al mismo tiempo era hermoso. A cada parte que ibas, a cada lugar que mirabas, descubrías algo nuevo. Llegamos, fue corto pero difícil.
No tengo muchas palabras para describir lo que vi, espero que alguien mas sepa de que estoy hablando, era simplemente, lo mejor que había visto en años.
Pero como lo bueno dura poco, tuvimos que volver al campamento, todo fue muy extraño después.
Se acercó la chica, me habló, la escuche, quise entenderla pero no hice el intento de escucharla, se fue, lloré, por primera vez lloré. Dos tipos me abrazaron, o al menos de eso me acuerdo. Caminé rápido a comprar cigarros.
Llegando al negocio, la escena se puso peor. Dos caballos se veían a lo lejos acariciándose las cabezas. Al rato, uno de los caballos se marchó, el otro... el otro solo agachó la cabeza.
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