Fue ahí cuando comprendí, que no importa cuán rápido pasen las nubes, o cuantas pasan, o si traen lluvia o no, o si me dejan ver el sol, o la noche estrellada. No importa, porque tu seguirás ahí parada, consiguiendo que nada pase y yo aquí sentado, sin conseguir que tu pases.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario